Donde revolotean, porque la esencia es otra.

Lo más probable es que todo lo que se encuentre aquí sea producto de lo cotidiano, trivial y sin fundamentos. Por lo cual, cualquier intento que quede aquí plasmado, no debe ser necesariamente juzgado. Así mismo, si lo leído le causa algún sentimiento o produce un cambio en su discernimiento, será completamente de su responsabilidad.
¡ah! Y nunca, nunca, pero nunca lo escrito tendrá relación íntima con el autor.
Gracias por posar un momento los ojos.

lunes, 2 de noviembre de 2009

En un día de tres, de avisos y no eternidad.

Es cierto, a veces, necesitamos a alguien... sencillamente, a alguien que esté a nuestro lado. Necesitamos refugiarnos en el hecho de no estar abandonados, tener un calor cerca. No propongo una visión de pareja, no propongo una dependencia, no propongo una obligación ni un compromiso. Es, simplemente, un Tú y Yo. Saber que si corres tu mano, ésta tropezará con otro ser. Un amigo, un lazo, certidumbre. En un espacio cotidiano, los astros y las fuerzas del más allá se acoplan para entregarte noticieros de luces apagadas, corres por el bosque, tu pecho se aprieta y todavía no descubres que vas solo en ese camino, porque, con la ayuda de tus manos, arañas toda raíz del pozo para salir de él y encontrarte con ese ser. Él no sabrá qué decir, quizás, querrá actuar de la mejor manera -prediseñada- a la situación, mas no importa qué tan torpe luzca o fallidos sean sus intentos, pues tú sabrás ver la sinceridad.

Visitan

A veces sucede que...