Donde revolotean, porque la esencia es otra.

Lo más probable es que todo lo que se encuentre aquí sea producto de lo cotidiano, trivial y sin fundamentos. Por lo cual, cualquier intento que quede aquí plasmado, no debe ser necesariamente juzgado. Así mismo, si lo leído le causa algún sentimiento o produce un cambio en su discernimiento, será completamente de su responsabilidad.
¡ah! Y nunca, nunca, pero nunca lo escrito tendrá relación íntima con el autor.
Gracias por posar un momento los ojos.

sábado, 23 de enero de 2010

Hoy te quiero, hoy te quedas encerrado, hoy yo te extraño.
Hoy pongo las manos en mi cara, sujeto mi frente y vuelvo a sonreír.
Imagino cosas tan bellas e idealizadas que me muerdo los labios por sinvergüenza.
Por egocéntrica, por tacaña, por creer que actúas para mí.
No me agrado.

domingo, 17 de enero de 2010

Me gusta el camino que las nubes me crean
me gusta que estén inmóviles en este retrato
me gusta porque sé cuál es su sino
me gusta porque se muestran tales como son
me gusta que dibujen un sendero sobre mi cabeza
me gusta que retratadas no vi su simpleza
me gusta que estén afirmadas, que por un momento sean adiestradas
me gusta su forma y me gustan partícipes
me gusta que en esta imagen no corran
no arranquen, no teman, no embarquen.

sábado, 9 de enero de 2010

diccionario atesorado.

Estar en momentos como este es... cómo decirlo... frustrante. Es algo parecido a cuando desconozco el significado de una palabra y mi útil diccionario se encuentra bajo otros libros -lo que no es gran cosa- y estos libros sostienen a duras penas otras cosas; en el costado de esta gran montaña malabarista hay objetos como una torre de casetes, un estuche, un bolso y juguetes frágiles varios. Es desesperante. ¿qué hacer? Ni idea... desearía que alguien me diera la respuesta exacta en el momento preciso... pero no. Pasa que me quedo mirándolo, como si al verlo detenidamente sus letras e información trapasarán por alguna razón ilógica a mi cerebro o por último a mi consciente por unos segundos -tiempo poco y necesario para seguir en mi lectura -, y no sucede nada... no avanzo, no hay evolución. Sigo en mi asiento, mi posición es la misma y mi incertidumbre y desesperanza también.
Sé que tengo dos opciones: o rescatar el diccionario de tal prisión y beneficiarme o quedarme con la duda y hacer como si tal duda no existiese -¿fácil?-.
Y mientras me doy vueltas entre estas opciones, olvido una tercera: arrancarlo de su estado sin importarme el caos final con toda la ruidosa avalancha.

Pero para qué tanta alharaca, de todos modos, la realidad se trata de otra cosa -¡menos mal!-.

jueves, 7 de enero de 2010

¿No es paradójico?
Llegaste a mí con un mundo lleno de monstruos y las manos desarmadas
llegaste diciéndome que todo lo anterior no era nada
lo que te surgía te vomitaba
y ya no tenías interior
¿no es paradójico?
Llegaste a mi lado y te metiste bajo hueso y me dejaste sin armar
afirmaste mi alma, negaste toda oportunidad y luego fingiste...
tú sabías amar.

ahora llegas con un sinfín de desencuentros
Y hasta escribes bien.

martes, 5 de enero de 2010

Justo ese espacio de tiempo donde se quiebra un tazón

Creo que de tantas veces que te he recordado
que he anhelado un contacto
que he querido mirar
de tantas veces que he deseado
creo, que ninguna me haría vivir
tan intensamente como aquéllas en que el sentimiento no es egoísta
no es por mí
cuando el aire profundamente pasa por mi pecho
y es por ti
y si el mundo fuese mágico
y la vida no tuviese fin
si tanta flor fuese de olor agradable
y no sorprendiera con picazón alguna
si el rostro no se me enfriara
sentirías que te quiero
sentirías que te esperé.

Deseos de pertenecer...

 Si la hora de crear una imagen ha de llegar
tengo la siguiente para entregar
una mujer con su cuerpo a medio doblar
una cama de colores cálidos y una almohada que abrazar
brazos descubiertos que sólo el aire está destinado a tocar
cuello solitario y angustiado
ojos perdidos y y pestañas agotadas
piernas egoístas que cubren la posada
cuerpo vulnerable y solitario
ropa ligera y abandonada
almohada blanda y aire tibio
manos que acarician su borde
pues no hay más que acariciar
Y si la posibilidad de que alguien entre y rompa este lugar
tengo el derecho escuchar
Y si pongo una canción
que sea La Terrasse de Tiersen

Visitan

A veces sucede que...