Donde revolotean, porque la esencia es otra.

Lo más probable es que todo lo que se encuentre aquí sea producto de lo cotidiano, trivial y sin fundamentos. Por lo cual, cualquier intento que quede aquí plasmado, no debe ser necesariamente juzgado. Así mismo, si lo leído le causa algún sentimiento o produce un cambio en su discernimiento, será completamente de su responsabilidad.
¡ah! Y nunca, nunca, pero nunca lo escrito tendrá relación íntima con el autor.
Gracias por posar un momento los ojos.

viernes, 19 de marzo de 2010

Ya presentía yo que iban a llegar los cuervos a mi morada, y es que justo ahora, cuando ya no pienso tanto en las calorías, llega a mí esta bolsita con almendras confitadas y maní dulzón. Es que si no hay remedio, porque cada vez que deseo tener un gato, alguien tiene alergia y ya no se puede dormir ni besar, porque los estornudos tapan todo el calor y yo ya me quiero arrancar, a una tacita de tecito o de agüita de boldo, porque quema calorías y arranco porque ya no quiero estar más, no quiero la piel ni el placer ni la torura de ver de nuevo amanecer, de nuevo cayendo las cortinas, las tapas, las prendas y todo el reglamento pactado horas antes, con gran valentía y poca credibilidad, porque la verdad, es que los cuervos siempre vuelven y no hay más vuelta que darle.

Visitan

A veces sucede que...